Tren a Ella: hacia las tierras altas de Sri Lanka

Durante un itinerario por Sri Lanka el ferrocarril es un medio de transporte casi imprescindible. Además de ser asequible y unir sus ciudades principales, permite asomarse a algunos de los paisajes más bellos del país. En concreto, el trayecto de tres horas en tren a Ella desde Nanu Oya (estación cercana a Nuwara Eliya), junto con el tramo que le sigue hasta Badulla, son considerados de los más bonitos del mundo.

Los trenes ceilandeses no son especialmente cómodos ni rápidos. Pero la experiencia se compensa disfrutando del paisaje desde un punto de vista que difícilmente tendríamos de otra forma.

Billete de tren a Ella

El trayecto de tren de a Ella desde Nanu Oya se encuentra en la ruta que va desde Kandy a Badulla, en la línea que viene desde Colombo. Los billetes de tren se pueden comprar en taquillas de cualquier estación de Sri Lanka hasta con un mes de antelación. Mi consejo es, una vez se tenga claro el itinerario, comprar todos los billetes de tren que se necesiten en la primera estación que se visite. Más adelante, si cambian los planes, desechar alguno y comprar nuevos no sea una gran pérdida dado su bajo precio.

Nosotros aprendimos esto de la peor forma. En el trayecto anterior desde Kandy hasta Nanu Oya quisimos comprar los billetes la misma mañana de partir. Por desgracia, en ese momento sólo quedaban billetes sin derecho a asiento. Desde el andén, vimos que se trataba de un vagón repleto y sin espacio para moverse. Como alternativa buscamos un taxista en el aparcamiento de la estación, que nos llevaría a Nuwara Eliya por 8500 rupias (unos 40€). Al menos, pusimos aprovechar el camino para ver una cascada y una plantación de té.

En Nuwara Eliya lo hicimos mejor. Nada más llegar bajamos hasta la estación de Nanu Oya en Tuk-Tuk (800 rupias, 4€) y compramos los billetes para dos días después. Sólo quedaban billetes para la tarde y en segunda clase, pero estos sí daban derecho a asiento. Aun así, no había ya billetes de primera ni de vagón-mirador. Al final, el vagón de segunda resulto estar bastante bien, y la hora del día fue acertada porque pudimos ver el atardecer durante el trayecto.

El viaje en tren a Ella

Desde Nuwara Eliya, nos llevó a la estación de Nanu Oya el taxista Bocha, que nos había llevado a Horton Plains el día anterior. El tren iba con un par de horas de retraso y Bocha no quiso irse hasta que llegó y estuvimos montados. Es una gran persona, además de buen conductor.

Mientras esperábamos en la estación había mucha niebla, no estaba claro que fuéramos a ver ningún paisaje en absoluto, después de todo. Al menos las fotos desde el andén eran interesantes.

El tren llegó por fin y todo fue cada vez a mejor conforme avanzaba la tarde. En los primeros tramos avanzamos entre la espesa vegetación, que se abría cada poco para dejar ver claros y bancales en la ladera de la montaña al lado derecho.

Las vistas del valle

Pero lo mejor estaba por llegar. El tren continúa por la ladera de la montaña que queda a la derecha. En un momento dado. la vegetación de la parte izquierda se abre. En las ventanas de ese lado del tren aparece un gran valle entre las montañas. El atardecer continúa avanzando mientras pasamos por encima de puentes, poblaciones y bosques de camino a Ella.

Tras haberlo probado, creo que es cierto que este viaje en tren es muy especial. Así que valió la pena la espera de medio día en Nanu Oya. Además, Ella resultó un lugar agradable, desde donde hicimos dos excursiones interesantes. Pero esto lo contaré en otra ocasión.

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