Timeline: ordenando la historia por diversión
Cuando aprendíamos historia en el colegio todo quedaba más claro después de ponerlo en una línea del tiempo. Timeline nos invita a crear una de esas líneas del tiempo con acontecimientos elegidos al azar. En este juego tratamos de adivinar cuándo (más o menos) ocurrió algo y situarlo en el lugar correcto con respecto a otros hitos históricos.
Existen varias versiones de Timeline, que determinan el tipo de acontecimientos que aparecen en las cartas. Están los hechos históricos, inventos, ciencia, cine, multitemático (el que se ve en las fotos) e incluso del universo Star Wars.
Ficha técnica de Timeline
- Número de jugadores: 2-8
- Edad recomendada: a partir de 8 años
- Tiempo de partida: 15 minutos
- Distribuidor en España: Asmodee
- Diseño de juego: Frédéric Henry
- Arte: Haritz Solana
Cómo es una partida de Timeline
Las cartas de Timeline tienen una misma ilustración por las dos caras, así como el nombre de un evento u obra artística. El tipo de acontecimientos depende de la versión del juego. La única diferencia entre las caras es que en una de ellas aparece el año en el que se produjo dicho acontecimiento o se publicó la obra.
Inicio de la partida
Todos los jugadores reciben cuatro cartas y las colocan sobre la mesa con la cara que no muestra el año hacia arriba. Otra carta al azar se coloca en el centro de la mesa, mostrando el año del acontecimiento. El resto de cartas se dejan en una pila con la cara que no muestra el año hacia arriba. Según las reglas, comienza el jugador más joven.
El turno
Cada jugador debe elegir uno de sus acontecimientos y decidir dónde se debería colocar la carta en la línea del tiempo. El primer jugador lo tiene fácil, sólo debe decidir si el evento que ha elegido se produjo antes o después del evento inicial (el que hay en el centro de la mesa). Colocará entonces la carta a la izquierda o a la derecha respectivamente y entonces le dará la vuelta para comprobar el año.
Si se equivoca, retirará esa carta a los descartes y robará una nueva, con lo que seguirá teniendo cuatro. Si el resultado es correcto, la carta se quedará en su posición correcta y el jugador tendrá una carta menos para el siguiente turno. Además, en la línea del tiempo habrá un acontecimiento más, por lo que el siguiente jugador deberá decidir si su evento ocurrió antes, después o en medio de los que ya hay colocados. La línea del tiempo va creciendo y las decisiones se complican conforme avanza la partida.
Final del juego
Cuando un jugador coloca correctamente la última carta de su mano, gana la partida. Suele picar la curiosidad y querer continuar la partida para ver quién queda segundo, tercero… Para mi gusto es mejor empezar una partida nueva, así evitamos que el ganador tenga que quedarse mirando al resto.
Estrategias en Timeline
Como es de esperar en Timeline, como en muchos juegos de preguntas, cuanto más sepas más posibilidades tienes de ganar. Pero hay una diferencia: en Timeline no necesitas saber la respuesta exacta, sino aproximarse y situar el evento con respecto a otros. Así que la lógica puede ayudar.
Por ejemplo, si no tenemos ni idea de cuándo surgió un invento podemos fijarnos en otros similares que ya se hayan colocado sobre la mesa y sacar conclusiones. Por otra parte, es mejor deshacerse cuanto antes de las cartas que más dudas nos generan. Al principio de la partida hay menos posibilidades de equivocarse y podemos tener suerte.
Mi opinión sobre Timeline
Una ventaja de Timeline es que admite hasta ocho jugadores, por lo que nos saca de un apuro cuando se junta mucha gente. Además, al ser partidas tan cortas, sirve como «telonero» cuando estamos esperando a algún rezagado para jugar a alguna otra cosa.
La baraja tiene muchas cartas, por lo que es perfectamente rejugable. En cualquier caso, no es un problema que algunas se repitan de una partida a otra. Al fin y al cabo uno de los objetivos del juego, además de divertirse, es aprender.
¿Has probado Timeline? ¿Qué otras versiones conoces? Déjanos un comentario para compartirlo con todos o envíame un mensaje a través del formulario de contacto.